Este escrito va dedicado a todas las personas que dejan sus hogares para conseguir una vida más digna y muy especialmente a todas las personas, jóvenes y niños que no lo han conseguido.
Lamentablemente no todos los procesos migratorios llegan a buen puerto. Este escrito va dedicado a todas las personas que dejan sus hogares para conseguir una vida más digna y muy especialmente a todas las personas, jóvenes y niños que no lo han conseguido. Un escrito por el Día Internacional de las personas migrantes que promueve el sentimiento de ciudadanía global que este año trabajamos con la propuesta educativa NuSOS.
«En 1952, mi abuela, una mujer novia, valiente y llena de sueños… decidió cruzar el océano con su hija de 3 años para reencontrarse con mi abuelo, que se había marchado unos cuantos meses antes. Salieron de Galicia hacia Montevideo. 23 días en un barco, en unas bodegas medio preparadas con una especie de literas donde viajaban amontonadas más de 150 personas. Un 19 de marzo llegaron a Uruguay. Viajaban del norte al sur, en una época en que las oportunidades estaban al sur ….
51 años después, en el año 2003, yo y mi pareja, hicimos el camino inverso… del sur al norte… con un giro de brújula que indicaba que ahora el norte representaba las posibilidades de nuevos horizontes. El 6 de abril y después de unas horas de avión llegamos a Cataluña. Y sin darnos cuenta de la historia de mi familia volvió a escribir sus capítulos en este «norte» de mis abuelos y bisabuelos y que sin saberlo también sería el de mi hija.
Y es que nuestra historia familiar está teñida de migraciones… idas y vueltas… de «surs» y «nortes»… de maletas que se hacen y deshacen, de sueños que se quieren hacer realidad sea donde sea…. en definitiva, un legado familiar que nos dice que el verdadero hogar se crea allí donde decides crearla y que el mundo no es exclusivo de nadie.
En nuestra familia estos procesos migratorios nos han representado muchos aprendizajes y sin lugar a dudas, una gran riqueza: Un abanico de lenguas que nos identifican (gallego, catalán, castellano de España y castellano de Uruguay…) y con las que hemos dicho cosas importantes como te amo, adiós, perdón, volveré…
La suerte de tener familia, amigos y amigas y personas amadas a un lado y otro del océano. Un hecho que nos da el privilegio y la posibilidad de tener siempre a quien nos espera (y esperamos), quien nos enoja (y enojamos), y nos confirma que el amor no entiende de distancias ni husos horarios. Y al mismo tiempo, nos confirma que siempre podemos continuar nuestra historia en cualquiera de estos lugares… o en cualquier otra parte….
Saber que siempre es posible volver a empezar y que la mejor credencial y el mejor equipaje eres tú mismo/a y tus sueños y ganas de llevarlos a cabo.
Un claro reconocimiento por las raíces (de donde venimos) y un convencimiento absoluto de que cuantos más «nutrientes diferentes» se aporten a la planta (nuevas experiencias, lugares, culturas) más grandes y fuertes serán las ramas. Concebir el respeto y valoración de la identidad y de la diversidad como fuentes de enriquecimiento de las personas y también de los pueblos» .
Maria Bruno Blanco
¡Basta de muros, bastante de muertos, basta retener a las personas en condiciones inhumanas! ¡Que ningún territorio y que ninguna isla se convierte en cárcel!
Instamos a los gobiernos a garantizar el Derecho a Migrar y a respetar los Derechos Humanos