El pasado viernes 30 de octubre, como consecuencia del estado…
El pasado viernes 30 de octubre, como consecuencia del estado de alarma y las medidas restrictivas que se derivan, quedaron anulados la mayoría de servicios y actividades que conforman el ocio educativo como las extraescolares, los centros de esplai y estancias de fin de semana en las casas de colonias.
Esta decisión se produce pocas semanas después de un inicio de curso que se había realizado con todas las garantías y supone rebajar la importancia educativa y social del ocio respecto a escuelas, institutos y universidades, que pueden mantener abiertas sus puertas.
La educación en el ocio (esplais, extraescolares, colonias, casales,…) forma parte integral del sistema educativo y se convierte en un elemento fundamental en el desarrollo de los niños y jóvenes.
Es un Derecho del Niño en mayúsculas, reconocido por las diferentes p normas legales tanto internacionales (Convención de los Derechos de la Infancia de Naciones Unidas) como del nuestro país (Estatuto de Cataluña, Ley de Infancia 14/2010, LEC 12/2009 y en el Pacto para la Infancia de 2013).
La educación en el ocio se convierte en un elemento compensador de las desigualdades en la infancia, especialmente en un momento en que las consecuencias de la pandemia está agrandando la brecha educativa y social.
Las actividades de ocio educativo fueron las primeras que afrontaron con éxito el reto organizativo, sanitario y educativo en el contexto de la pandemia de la Covid19. En muchos casos, estas actividades fueron las primeras que acogieron a niños y jóvenes después de que la mayoría de escuelas e institutos pasaran a ofrecer sus clases on line y terminaran el curso de forma virtual. El verano demostró una capacidad de organización exitosa, que permitió garantizar el derecho a la educación y al ocio de los niños y jóvenes, al tiempo que se veló por la seguridad de los niños con protocolos de prevención y las medidas higiénico-sanitarias.
Por todo ello, desde Fundesplai y las entidades vinculadas reclamamos que se permita al ocio educativo volver a reanudar su actividad y acoger a niños, jóvenes y familias con todas las medidas de seguridad y los protocolos que ya veníamos aplicando y que han demostrado eficacia. Más aún teniendo en cuenta que la mayoría de las actividades se desarrollan en el entorno más cercano de los niños, no comportando un aumento de la movilidad.
Queremos ayudar en el control de la pandemia y queremos hacerlo junto a los niños y las familias más vulnerables, porque desde la educación emocional y en valores, que aporta el ocio educativo, hacemos posible la adquisición de hábitos saludables , que son más necesarios que nunca, para combatir la Covid-19.